
Ante el aumento de temperaturas propio de la temporada estival, los Servicios Médicos de la Real Federación Española de Tenis (RFET) y la Clínica Mapfre de Medicina del Tenis quieren subrayar la importancia de mantener un estado óptimo de hidratación antes, durante y después de la práctica deportiva, que garantizará un máximo rendimiento deportivo y la prevención de problemas derivados.
A tal efecto, se ofrecen los siguientes consejos a los jugadores profesionales y amateurs para hacer del tenis un deporte protegido médicamente desde la medicina especializada.
¿Qué debemos de saber sobre el agua?
• No tiene un valor calórico, pero su importancia para la vida solo es superada por el oxígeno.
• Significa mas del 70% del peso corporal en el adulto.
• La sed es un mal indicador de la necesidad de agua. Cuando tenemos sed ya se ha iniciado una pequeña deshidratación.
• Una buena fórmula sería el pesarse antes y después del ejercicio y reponer el agua perdida. El peso que perdemos inmediatamente post-esfuerzo es a costa del agua, nunca de la grasa corporal.
• Añadir electrolitos al agua suele ser beneficioso en esfuerzos intensos y largos ya que ayudan a “fijar” el agua y contribuyen a que la hidratación sea más profunda.
• Existen preparados isotónicos que contienen las cantidades adecuadas de electrolitos (sodio, potasio, calcio y magnesio) y carbohidratos (glucosa y fructosa), para facilitar el trabajo muscular y ayudar en la recuperación.
• Para una persona de 70 Kg. la ingesta ideal de agua sería de dos litros y medio al día siempre teniendo en cuenta factores individuales.
• El deportista debe incrementar esta ingesta, valorando además el calor ambiental y el tipo de actividad.
• No debemos realizar actividad física sin un sin un correcto aporte nutricional e hídrico.